Puede que pienses que tener dinero, viajar por el mundo, tener lo último en ropa y raquetas de tenis o ser famoso es lo que te hace feliz, pero un estudio de Harvard que se hizo durante 75 años (porque querían estar seguros) dice lo contrario y demuestra que una cosa es el secreto de la felicidad.
Rosamund Pike y Simon Pegg sacaron una película llamada Hector and the Search for Happiness, en la que un psicólogo frustrado viaja a Nepal, India, África y otras partes del mundo para preguntar a diferentes personas qué les hace felices. Poco a poco, estas personas le ayudan a darse cuenta de que ha estado buscando en el lugar equivocado toda su vida.
Este es un escenario extremadamente común que nos puede ocurrir a todos. Creemos que estaremos satisfechos si tenemos un mejor salario, si conseguimos un mejor trabajo o si nuestro jefe desaparece del mapa. Sin embargo, la verdadera felicidad se encuentra en otra parte, que descuidamos o ignoramos porque estamos centrados en otras cosas que, en definitiva, no son tan buenas ni satisfactorias.
No hay duda de que la felicidad es algo que todo el mundo desea, sin embargo, el problema es que no siempre sabemos dónde encontrarla y nos perdemos, perdiendo nuestra felicidad en cosas que nunca nos llenarán. Tal vez te sientas bastante feliz cuando abres un nuevo iPhone o cuando te pones unos tenis nuevos, pero esa sensación no es especialmente duradera.
Harvard y su estudio sobre ser feliz
Investigadores de Harvard descubrieron que lo único que necesitamos para ser felices son las relaciones positivas, según un estudio sobre la felicidad realizado por expertos.
Las investigaciones realizadas durante más de 70 años han estudiado la vida de los participantes, analizando sus éxitos y fracasos, sus carreras y sus relaciones personales, y todo ello ha llevado a la misma conclusión: La verdadera felicidad (que además dura para siempre) se encuentra en la vida cotidiana de los participantes.
Los investigadores descubrieron que nuestras relaciones, y especialmente lo felices que son, tienen un efecto significativo en nuestra salud, dice Robert Waldinger, director del estudio, psiquiatra y profesor de psiquiatría de la Facultad de Medicina de Harvard. “Cuidar nuestro cuerpo es importante, pero cuidar nuestras relaciones también constituye un cuidado personal. Esa es la revelación”, afirma.
Según el estudio, tener relaciones estrechas, sanas y positivas es lo que permite a las personas tener una vida más feliz a lo largo de su vida, ya que estas relaciones nos protegen de los malos momentos de la vida y también se ha demostrado que ayudan a reducir el deterioro cognitivo y físico.
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Por: Rubén Darío Lozano Gómez
Escritor: Rubén Darío Lozano Gómez